De pandemias, pensiones y liderazgos responsables
Enrique Manzur Mobarec Ph.D Vicedecano Facultad de Economía y Negocios Universidad de Chile
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Enrique Manzur
Aparentemente, no todos comprenden la importancia de actuar con seriedad y responsabilidad, especialmente en tiempos de crisis, y no estoy pensando sólo en quienes organizaron y participaron hace días en una fiesta masiva en Maipú. La semana pasada se informó que cinco senadores presentaron un proyecto para estatizar la administración de los fondos de pensiones de todos los chilenos.
A primera vista, se podría pensar que se trata de una fake news que sólo busca confundir a los ya abrumados ciudadanos, lamentablemente la noticia es real. Su propuesta tampoco responde a un lapsus cognitivo producto del encierro y el distanciamiento social, estos senadores realmente parecen creer que la solución a las bajas pensiones es estatizar la gestión de los fondos. Para demostrar que su propuesta va en serio, pese a su evidente carácter inconstitucional, realizaron una conferencia de prensa ataviados de vistosas mascarillas amarillas adornadas con el slogan No + AFP estampado en negro. Más allá de lo surrealista que esta imagen pueda resultar, el problema es más profundo. Si algo debiéramos aprender de esta pandemia es que la opinión de los expertos, en cada ámbito, es clave y que las decisiones y conductas se deben basar en análisis objetivos, con sólidos fundamentos técnicos y no solo en sentimientos o emociones.
Desde hace ya varios años, hemos observado como la confianza y el respeto a la autoridad y las instituciones han ido disminuyendo de manera dramática. Si a esto le agregamos una crisis sanitaria de proporciones mundiales, liderar en estos tiempos se convierte en un desafío monumental. Por eso, las autoridades políticas deben esforzarse en resistir la tentación de actuar solo en base a la opinión de sus electores, algo ciertamente más fácil de decir que hacer en tiempos de twitter y redes sociales.
En el tema previsional, como en muchos otros, seguir repitiendo eslóganes no va a cambiar la realidad: aumentar de manera significativa y permanente el promedio de las pensiones requiere contar con más recursos, ya sea a través de mayores cotizaciones o aportes del Estado. Cambiar a quien realice la gestión no aumenta los recursos disponibles para financiar pensiones; aumentar el monto de la cotización sí lo hace, pero desafortunadamente su aplicación se ha postergado por varios años. Obviamente ahora, en medio de la pandemia, no parece una buena idea subir el monto de las cotizaciones, pero pasada la crisis debiera ser una prioridad.
Adicionalmente, debiera evaluarse seriamente la posibilidad de que los cotizantes puedan, en circunstancias excepcionales como las actuales, retirar una pequeña fracción de lo ahorrado en sus cuentas individuales. Por ejemplo, autorizando un retiro del 5% de lo acumulado se inyectarían alrededor de US$ 9.000 millones de liquidez para que los afiliados puedan sortear de mejor forma los efectos de la crisis. Es cierto que destinar los recursos previsionales para otros fines no es lo ideal, pero en situaciones extraordinarias como estas, que ocurren una vez en cada generación, se puede justificar. Además, habría un beneficio indirecto muy importante: haría tangible la promesa de que los recursos pertenecen a los cotizantes, incrementando significativamente su involucramiento con el sistema.